Por la cantidad de cable robado en el Metro -14 km en 2022 y lo que va de 2023-, el director Guillermo Calderón aseguró que este delito es cometido por el crimen organizado, lo cual causa daños patrimoniales y en la operación
Luego de que el robo de cable en el Metro de la Ciudad de México fue señalado como la primer causa en los problemas operativos e incidente “atípicos” del Sistema de Transporte Colectivo (STC), su director Guillermo Calderón aseguró que tan sólo en 2022 se sustrajeron más de 14 kilómetros de cableado.
Durante una conferencia de prensa, Guillermo Calderón presentó un informe conjunto con el Consejo Consultivo del Metro, el cual conforman exdirectores del STC y especialistas de las principales universidades de la capital, por lo que determinaron que el robo de cables es generado por el crimen organizado.
En ese sentido, el director del Metro explicó que el robo de cable se presenta en su mayoría en vías que están al exterior, y explicó que los delincuentes aprovechan registros que no se encuentran en áreas confinadas para extraer el material del cual utilizan el cobre para su venta.
“Dar cuenta del modus operandi de muchos de estos sistemas de robo. Hay uno muy destacado que es el ingreso de registros externos al Metro.
“Las líneas 1, 2 y 3 tienen más de 186 registros que no se encuentran en área confinada de las instalaciones del Metro, sino que se encuentran en vía pública; ahí tuvimos el año pasado 14 mil 500 metros de sustracción, y esto no puede ser sólo de una persona indigente que se meta al registro, son grandes volúmenes, y da cuenta de que habla de un grupo del crimen organizado para decirlo con todas sus palabras», señaló Calderón.
En la conferencia de prensa se mostraron diversas imágenes que muestran los registros por donde pasan los cables, que se presentan cortados, lo cual genera daños por la interrupción de los sistemas de energización y dificultan los empalmes correspondientes.
Guillermo Calderón aseguró que los robos son recurrentes en la Línea 2, entre las estaciones Panteones y Xola; en la Línea 3, entre Indios Verdes y La Raza; en la Línea 5, entre Instituto del Petróleo y Valle Gómez, así como entre Aragón y Oceanía; y en la Línea B, entre Ciudad Azteca y Bosque de Aragón.
“Tienen un rasgo en común, son las zonas donde el Metro corre superficialmente y hay también corte de la malla ciclónica e ingreso para robar cantidades importantes de cable”, añadió Calderón.
En la presentación del informe, el director del Metro mostró los tipos de cable que comúnmente se roban; uno de ellos es el de alta tensión que alimenta las subestaciones de alimentación de energía para los trenes y alumbrado, con peso de 8 kilos por metro; otro es el de alimentación de tracción, importante para el movimiento de los trenes.
Guillermo Calderón resaltó que el robo de estos cables traen consigo daños colaterales en otros, por ejemplo en el de señalización, que sólo se fabrica para el STC, por lo que es difícil repararlo.
“El daño es muy importante no solo en la patrimonial, sino también en la parte de la operación y en la parte de seguridad del Metro”, señaló el director y agregó que la cantidad sustraída sólo se logra con organización y muchas personas.
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Ante esto, confirmó que habrá brigadas de vigilancia compuestas por elementos de la Guardia Nacional, de la PBI y de trabajadores del STC.
