El titular de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, anunció el cierre del pozo Alfonso XIII del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), ubicado en la Alcaldía Álvaro Obregón, luego de intensas investigaciones realizadas por diversas instituciones tanto locales como federales. Estas instituciones incluyen a las Secretarías de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), de Salud (SEDESA), de Inclusión y Bienestar Social (SIBISO), de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), de Gobierno (SECGOB), así como a Petróleos Mexicanos (PEMEX).
El cierre del pozo se efectuó debido a que se identificó como el origen de la problemática en la calidad del agua en el norponiente de la Alcaldía Benito Juárez. Batres Guadarrama explicó en una conferencia de prensa que, tras un exhaustivo trabajo de verificación territorial e investigación, se determinó que el pozo Alfonso XIII era el punto desde donde se emanaba y dispersaba una sustancia con un olor peculiar.
El funcionario destacó que, aunque el pozo está ubicado en Álvaro Obregón, solo abastecía la zona de Benito Juárez y ya no suministra agua a la red. Se estima que en las próximas dos semanas se llevará a cabo un proceso para eliminar la sustancia presente en algunos puntos de la red hidráulica de la región.
Se amplió el perímetro de búsqueda y verificación a la Alcaldía Álvaro Obregón, en su colindancia con Benito Juárez, después de no encontrar afectaciones en el tanque de Santa Lucía perteneciente al Sistema Cutzamala, ni en otros pozos cercanos. Se realizaron análisis en gasolineras y establecimientos que manejan solventes, combustibles y químicos, sin encontrar indicios concluyentes.
Adicionalmente, PEMEX llevó a cabo pruebas herméticas en un ducto cercano al pozo Alfonso XIII para descartar fugas de combustible, con resultados preliminares negativos.
Desde el inicio de los primeros reportes ciudadanos sobre la calidad del agua el pasado 31 de marzo, se desplegó un equipo interinstitucional para atender la situación. Se instaló un Puesto de Mando en el Parque San Lorenzo, donde se atiende a la población y se distribuye agua potable embotellada.
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Se realizaron más de 400 visitas directas a la zona afectada por parte de servidores públicos de diversas áreas gubernamentales, con un estimado de atención a unas 5 mil personas hasta la fecha. Se tomaron muestras en tomas domiciliarias y se realizaron pruebas de explosividad en cisternas y depósitos de agua, con resultados negativos.
En resumen, el cierre del pozo Alfonso XIII marca un paso importante en la resolución de la problemática de calidad del agua en la Ciudad de México, mientras las autoridades continúan trabajando para garantizar la seguridad y bienestar de los habitantes afectados.
