Con el crecimiento acelerado de motocicletas y scooters eléctricos en la Ciudad de México, el Gobierno capitalino prepara una serie de modificaciones legales que buscan frenar el desorden vial y garantizar la seguridad de quienes usan y conviven con estos vehículos en calles y avenidas. Así lo anunció la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, al presentar un paquete de reformas a la Ley de Movilidad y al Reglamento de Tránsito ante el Congreso local.
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El auge de nuevas formas de transporte ha transformado la movilidad en la capital, pero también ha generado conflictos entre distintos tipos de usuarios de la vía pública, así como un alarmante aumento de accidentes. Tan solo en el tercer trimestre de 2024, se registraron más de 19 mil percances viales, de los cuales casi la mitad de las víctimas fatales eran motociclistas, colocándolos como el sector más vulnerable en las calles.
Nuevas reglas para un nuevo escenario vial
El objetivo de la reforma no es limitar el uso de motocicletas eléctricas o scooters, sino integrarlos correctamente al ecosistema vial, explicó Brugada. Las nuevas disposiciones proponen reglas claras para su circulación, equiparándolas en algunos casos con motocicletas de combustión interna, lo que implica que deberán portar placas, tarjeta de circulación, luces encendidas y casco obligatorio. Además, se prohibirá su circulación en ciclovías, banquetas y carriles confinados, con el fin de evitar riesgos para peatones y ciclistas.
En el caso de scooters y patines eléctricos, que tienen una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora, serán considerados vehículos no motorizados y deberán seguir las reglas ya existentes para bicicletas: circular por ciclovías, señalar sus movimientos y respetar la prioridad de paso.
Motociclistas, los más vulnerables
El diagnóstico presentado por el Gobierno capitalino es contundente: los motociclistas son el sector más afectado por la falta de regulación y cultura vial. En el último trimestre, 43% de las personas lesionadas en accidentes de tránsito viajaban en motocicleta, reflejo de una problemática que no solo afecta a los conductores, sino al conjunto de la movilidad urbana.
Además, el crecimiento de motocicletas eléctricas ha sido exponencial. Actualmente, hay más de 750 mil motocicletas de combustión interna registradas en la CDMX, pero la venta y uso de motos eléctricas avanza sin un marco legal claro que garantice la seguridad de sus usuarios y de quienes comparten las calles con ellos.

Más que sanciones, un cambio cultural
Pablo Vázquez Camacho, secretario de Seguridad Ciudadana, subrayó que las reformas se complementarán con una estrategia de cultura vial basada en el programa de Fotocívicas. El objetivo es sensibilizar a los conductores sobre el riesgo de la velocidad excesiva y erradicar la reincidencia, particularmente en zonas con alta incidencia de accidentes fatales. Para ello, se instalarán 150 radares en distintos puntos de la capital.
“Esto no es un esquema recaudatorio; es una medida de prevención. Queremos que la gente entienda que la velocidad mata”, enfatizó Vázquez Camacho.
Con estas acciones, el Gobierno de la Ciudad de México busca no solo ordenar el tránsito, sino transformar la forma en que se entiende la movilidad, promoviendo una convivencia segura y sostenible entre peatones, ciclistas, motociclistas y automovilistas. Las reformas, aseguró Brugada, buscan salvar vidas y construir una ciudad donde moverse sea un derecho, pero también una responsabilidad compartida.