En un contexto donde la lucha por la equidad y los derechos de las mujeres toma cada vez más protagonismo, la Ciudad de México se prepara para conmemorar el Día Internacional de la Mujer con una marcha que refleja un enfrentamiento entre convocatorias oficiales y manifestaciones independientes.
La pugna se manifiesta entre los llamados a eventos oficiales organizados por Martí Batres, apoyado por alcaldías morenistas, y la convocatoria independiente, callejera y de reclamo, encabezada por las valientes Madres Buscadoras. Estas últimas mostrarán en la marcha las herramientas con las que día a día horadan la tierra en busca de justicia para sus seres queridos desaparecidos.
El contingente de la marcha estará acompañado por un grupo de traileras que, tras acercarse a las organizadoras, han solicitado unirse a la manifestación, sumando su apoyo al reclamo de las mujeres.
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En cuanto a números, se espera una clara victoria en convocatoria independiente, pero Martí Batres ha realizado llamados a organizaciones civiles simpatizantes del gobierno actual para que estén presentes en los eventos oficiales, incluso aquellos en los que se otorgarán reconocimientos.
Este enfrentamiento político refleja la tosquedad en la operación política, donde la lealtad se exige de manera visible, especialmente en tiempos electorales. Un ejemplo de ello fue la reciente acción de la Fiscal Ernestina Godoy, quien recibió críticas por propiciar que un pequeño grupo de mujeres violentadas le coreara consignas en un acto público.
La marcha del 8M en la Ciudad de México se convierte así en un escenario donde la voz de las mujeres, especialmente de aquellas que han sido víctimas de violencia y de las Madres Buscadoras, busca hacerse escuchar con fuerza y determinación, reclamando un espacio de justicia y equidad en la sociedad.
