Los organizadores de Tokio 2020+1, consideran poco viable un nuevo aplazamiento de la máxima justa veraniega, debido a que habría dificultades a la hora de asegurarse la reserva del uso de las sedes deportivas y el alojamiento para los participantes.
«Mi sensación actual es que un aplazamiento es bastante difícil», dijo la ministra encargada de los Juegos, Tamayo Marukawa, en una rueda de prensa, al preguntarle por la información publicada por un diario británico que asegura que los patrocinadores están pidiendo un nuevo retraso.
Según estas informaciones, de las que se han hecho eco los medios locales, algunos importantes patrocinadores de los Juegos, que han invertido miles de millones de dólares en su patrocinio, están pidiendo que la competición internacional se posponga durante varios meses para posibilitar que asistan más espectadores.
Marukawa afirmó que «el comité organizador dice que no ha escuchado nada sobre ese asunto», que se están llevando a cabo los preparativos para las competencias y que de cambiarse las fechas sería difícil asegurarse el uso de las instalaciones deportivas y los alojamientos para los participantes.
Cabe destacar que Tokio 2020, cuya inauguración está prevista el próximos 23 de julio, van camino de convertirse en los Juegos más caros.
Los organizadores han tenido que renegociar contratos para el uso de las sedes, los apartamentos de la Villa Olímpica o el pago de los salarios del personal tras el aplazamiento de 2020 a 2021, además existe un rechazo significativo entre la población japonesa por la pandemia.
La prevalencia de la enfermedad y la lenta implementación de la campaña de vacunación en Japón han motivado que una importante parte del público prefiera que la cita deportiva se aplace o cancele.
Solo el 10 por ciento de la población nipona había recibido al menos una dosis de la vacuna contra el Covid, hasta el pasado fin de semana, mientras que un 3,4 por ciento contaba con el esquema completo.
Un nuevo aplazamiento permitiría que un mayor número de gente estuviera vacunada, que el clima fuera más fresco y que quizá la oposición pública fuera menor, según algunos patrocinadores.
Los organizadores de los Juegos ya anunciaron que no contarán con público extranjero y han diseñado unos «Juegos burbuja» en los que se restringirá enormemente el movimiento de personas.
Para amortizar su inversión muchas compañías habían basado sus estrategias publicitarias en regalos y promociones en estadios y otras sedes, es por esta razón que buscan que el público asista al evento.
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