En estos días, los migrantes se han visto en grandes cantidades, los cuales optan de estar en la calles, ya que a la mayoría no les otorgan el paso para pasar la noche en albergues a aquellas personas que hayan cruzado a Estados Unidos de forma irregular.
Al menos tres albergues de la ciudad, incluido un enorme refugio inaugurado el jueves con capacidad para mil 500 personas, rechazan a estos migrantes.
«No quiero que me deporten, he luchado mucho para llegar hasta aquí».
Cientos de personas, en su mayoría venezolanas, se han visto obligadas en los últimos días a dormir en las calles bajo temperaturas gélidas, arropadas con mantas donadas por buenos samaritanos. La situación empeorará este fin de semana, cuando una tormenta invernal llegue a la ciudad.
A menos de 200 metros de una zona donde muchos se han asentado, la ciudad de El Paso habilitó el jueves el Centro de Convenciones como albergue, con ayuda de voluntarios de la Cruz Roja. Sin embargo, sus puertas están cerradas para los migrantes que entraron al país de forma irregular.
La noche del jueves, tapados de pies a cabeza con mantas que los habitantes de El Paso pasaban a regalarles, los migrantes intentaron protegerse del frío inclemente.
Las autoridades locales (Policía y funcionarios de la Oficina de Emergencia) comenzaron a acercarse a la zona para informarles que había un albergue, manejado por la Iglesia católica y a varios kilómetros de distancia, que estaba recibiendo a personas sin importar su estatus migratorio.
El alcalde de El Paso, Oscar Leeser, declaró el pasado sábado el estado de emergencia en la ciudad para atender la llegada de miles de migrantes a la ciudad, precisamente con el objetivo de poder dar un techo a más personas durante la temporada invernal.
Además, la ciudad recibirá esta semana más de 6 millones de dólares en ayuda de la Agencia Federal del Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) para atender la crisis humanitaria.
Las autoridades de El Paso aseguraron que el refugio que se le da a los migrantes es «indiscriminado» y explicó que muchos prefieren quedarse en las calles.
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MAO
