Jugar al póquer va más allá de la suerte. Aunque el azar es un componente importante a la hora de decidir quién tiene mejor mano, los mejores jugadores saben hacer que esa suerte les vaya de cara. Tener una buena estrategia, saber mantener la calma y controlar los nervios y anticiparse a las jugadas de los otros son factores decisivos para jugar al poker Texas Hold’em o cualquier clase de póquer.
Y estos jugadores de póquer, los mejores de todos los tiempos, lo saben.
Phil Hellmuth
Considerado por muchos expertos el mejor jugador de toda la historia, Phil Hellmuth tiene el récord de haber ganado 16 brazaletes en la Serie Mundial de Póquer. Ganó el Evento Principal de 1989, con un premio de 755.000 dólares, y también el de la WSOP europea de 2012, ganando caso 11 millones de dólares. Después de más de tres décadas de carrera profesional, ha acumulado más de 20 millones.
Su talento con las cartas le valió, en 2007, ser inducido en el Poker Hall of Fame, uno de los mayores honores en el mundo del póquer. Hellmuth suele utilizar una estrategia TAG, con una buena selección de manos y un juego agresivo. En su libro Play Poker Like the Pros, da consejos y tácticas a los que justo se inicien en el Texas Holde’m y donde da la importancia de empezar con buenas cartas.
Daniel Negreanu
Daniel Negreanu tiene el récord de haber llegado a la mesa final en las tres Series Mundiales de Póquer donde regalan brazalete (Las Vegas, Europa y Asia Pacífico) y también en ser el primero de haber ganado uno en cada una de ellas. En total, tiene seis brazaletes en su poder. Además, en 1998, se convirtió en el jugador más joven en ganar un brazalete hasta entonces, aunque perdió el honor en 2004.
Negreanu ha estado presente en los eventos más importantes del póquer de los últimos años. En los últimos años, entendió la importancia del juego online y celebró que esto llevara al póquer a un nuevo crecimiento. Al canadiense se le conoce por hablar durante las partidas y por saber leer las reacciones de sus oponentes, algo que seguramente no pudo hacer virtualmente, pero que sigue sorprendiendo.
Erik Seidel
A Erik Seidel se le conoce como uno de los jugadores más humildes del mundo. En las partidas, verás a este neoyorquino mantener una actitud tranquila y pausada. Le llaman el “Asesino Silencioso”, precisamente porque, sin hacer demasiado ruido, consigue batir a todos sus rivales. Es una pena que, quizás por su personalidad calmada, no consigue demasiada exposición mediática pese a su talento.
Eso no le ha impedido a Seidel hacerse con nueve brazaletes de la Serie Mundial de Póquer y con un título del World Poker Tour. Sus ganancias en torneos en vivo superan los 39 millones de dólares, lo que lo convierte en el cuarto jugador que más ha ganado en la historia. Puede que, a sus 62 años, supere la media de edad de los jugadores actuales, pero nada parece ponerle límites a esta mente brillante.
Stu Ungar
Stu Ungar, como Erik Seidel, formaba parte del antiguo Mayfair Club de Nueva York. Las drogas impidieron que pudiéramos disfrutar de su talento durante muchos años más, pero eso no significa que, antes de su muerte, Ungar demostrara porque debe ser considerado uno de los mejores jugadores de la historia. Su especialidad fueron el Texas Hold’em y el Gin Rummy, otro popular juego de naipes.
Este jugador estadounidense tiene en su posesión varios récords. Por ejemplo, es el único en haber ganado la Super Bowl of Poker tres veces, las mismas veces que ha ganado un Evento Principal de la WSOP (récord compartido). Además, es también uno de los pocos jugadores en haber ganado dicho evento de forma consecutiva. ¿Su baza? Jugar de forma muy agresiva y hacer un farol en el momento oportuno.
Johnny Moss
Johnny Moss es otro de los pocos jugadores en haberse hecho con un Evento Principal de la WSOP dos años seguidos. En su caso fue en 1970 y 1971, lo que ya te permite hacerte una idea de que estamos hablando de un jugador histórico. Fue, pues, uno de los primeros en ser inducido en el Poker Hall of Fame. Casi 30 años después de su muerto, sigue siendo considerado como una leyenda del póquer.
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A lo largo de su larga carrera, Moss ganó un total de nueve brazaletes de la Serie Mundial de Póquer, que actualmente sigue siendo uno de los mejores resultados de la historia. Aunque durante su vida como jugador profesional se enfrentó a muchas partidas más importantes, una de las que más se recuerda fue la que lo enfrentó a Nick Dandolos, quien terminó rindiéndose y pronunció la ya mítica frase: “Mr. Moss, creo que tendré que dejar que se vaya”.
El póquer, un juego para los mejores
En esta lista nos hemos dejado muchos otros jugadores considerados también de los mejores del mundo. Estamos hablando de, por ejemplo, Phil Ivey, Michael Mizrachi, Chris Ferguson, John Juanda, Doyle Brunson, Johnny Chan o Justin Bonomo. En el futuro, habrá que volver a hacerla para incluir los jóvenes talentos y, esperemos, también alguna jugadora.
