Con la quinta ola de Covid-19 se ha demostrado que las variantes de la enfermedad se vuelven más contagiosas y cuentan con escape inmunitario.
El aislamiento, inmunidad, vacunación, síntomas de la primera cepa e incluso las variantes del SARS-COV-2 que ahora tienen mayor presencia y contagio, son algunas de las cosas que han ido cambiando a lo largo de la pandemia.
Durante esta quinta ola, varios centros para el control y la prevención de enfermedades informaron sobre las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron, las cuales se volvieron dominantes en distintas partes del mundo.
Se ha demostrado que las nuevas subvariantes de Ómicron son más contagiosas y cuentan con escape inmunitario, lo que explica el aumento excesivo de casos por Covid-19. Tan solo en Estados Unidos, la subvariante BA.5 representa más de la mitad de los casos confirmados y activos.
Por otra parte, científicos africanos analizaron las subvariantes BA.4 y BA.5 y al compararlas con la variante original de Ómicron, observaron que estas cuentan con una caída de casi ocho veces en la producción de anticuerpos neutralizantes.
Es por esto que el pasado 4 de mayo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alertó sobre estas nuevas mutaciones de Coronavirus.
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Síntomas de contagio
De acuerdo con expertos, estas variantes no cuentan con síntomas tan diferentes a los del Ómicron o hasta de la variante original. Esto causa que se dificulte saber cuál es la variante que originó el contagio.
Pero eso cambió a inicios de 2022, cuando la variante Ómicron comenzó a tomar fuerza. En ese sentido, un estudio ZOE Covid King´s College de Londres advirtió que los principales malestares que provoca son más parecidos a una gripe común.
Los síntomas de las personas infectadas con BA.4 y BA.5 pueden ser:
- Tos
- Secreción nasal
- Dolor de garganta
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares
Con estas variantes, como con Ómicron, es poco probable que pierdas los sentidos del gusto y el olfato, o que experimenten dificultad para respirar, en comparación con las personas infectadas con Delta u otras variantes del Covid-19.
Hay que considerar que las variantes de Covid-19 no confieren inmunidad cruzada, es decir, aunque en el pasado ya nos hayamos contagiado de Covid-19 por alguna variante como delta, nuestro cuerpo no reconoce a Ómicron como el mismo virus, así que escapa de las defensas naturales del cuerpo y hace más fácil que nos volvamos a contagiar.
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