Tras el asesinato de seis personas en un ataque armado ocurrido el pasado 11 de junio en una granja de pollos en la localidad de Petaquillas, al sur de Chilpancingo, Guerrero, entre ellos, un adolescente de 12 años. Los ataques se intensificaron y ahora al menos 50 establecimientos de venta de este producto cerraron de forma indefinida en los mercados ubicados en distintos puntos de la capital de Guerrero.
De esta manera, en los pasillos de las cuatro naves del mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla los soldados del Ejército de la Guardia Nacional y policías estatales realizaron recorridos de seguridad. Solo en esta central de abasto, ubicada al norte de Chilpancingo las 32 pollerías de la nave tres, bajaron sus cortinas.
«Desde que mataron aquí el distribuidor de pollos (Tomás) las ventas han bajado en todos los establecimientos», expresó una de las comerciantes.
El jueves 9 de junio en la tarde, tres días después del asesinato de Tomás, dos individuos armados asesinaron a tiros al trabajador de un distribuidor de pollos cuando a bordo de una camioneta gris salía del estacionamiento de esta central de abasto del R. Leyva Mancilla.
Es importante mencionar que tras el crimen presenciado en los mercados, provocó una escasez de pollo y un aumento de los precios hacia los consumidores del municipio.
Durante la semana pasada un pollo entero en Chilpancingo tenía un costo de 185 pesos y actualmente se encuentra en 220 pesos.
Por esto, los vendedores en señal de protesta colocaron sus manteles sobre los puestos y dejaron de vender sus productos. Ante la problemática, la alcaldesa del municipio, Norma Otilia Hernández Martínez, visitó el mercado Baltazar Leyva, donde prometió seguridad, aunque en la última semana se suscitaron más de siete asesinatos de vendedores y proveedores de pollo.
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MAO
