Después de 12 años de espera, las NBA Finals regresaron al TD Garden: Los Boston Celtics defendieron su localía en el tercer juego de las Finales y humillaron a los Golden State Warriors 116-100.
La quinteta talentosa comandada por el entrenador novato, Ime Udoka, toman la delantera por 2-1 en la serie. El entendimiento, el ritmo y el dominio en la pintura fueron rubros en la que el equipo bostoniano dominó de principio a fin en una atmósfera de Boston que fue abastecida por más de 19,000 espectadores.
La nostalgia se adueñó en Massachusetts, y es que tuvo que pasar más de una década para que la Ciudad de Boston presenciara unas finales de la NBA. En la noche de este miércoles, la afición de los Celtics vio plasmada una actuación parecida a la generación del 2000, que fue liderada por el dúo histórico de Kevin Garnett y Ray Allen, dos astros del baloncesto que quedarán inmortalizados en la historia de la Institución.
Boston comenzó con todo en la primera mitad y luego supo sobrevivir al habitual envión de Golden State en el tercer cuarto, que hasta llegó a tener a los de California adelante en el marcador por un momento (83-82). La emoción no llegó a los tramos finales del partido, ya con triunfo claro para el equipo local que, hasta el momento, firmó su mejor actuación en la serie.
El guardia estelar, Jaylen Brown, se puso la capa de héroe y fue la gran figura de la batalla con 27 puntos, 9 rebotes y cinco asistencias: lanzó 4 de 8 en triples y se adjudicó un primer cuarto excepcional con 27 unidades y tres reparticiones. El hombre insignia del equipo, Jayson Tatum, sigue escribiendo su propia historia y también aportó con 26 puntos y 9 asistencias, generando canastas claves en el momento clutch del partido.
Por parte de los Warriors, quedó perdida la actuación de los Splash Brothers: Stephen Curry hizo hasta la imposible, convirtió 31 unidades, impulsados con seis triples, mientras que Klay Thompson dio su primera gran actuación en estás Finales con 25 puntos (5-13 de campo). Más allá de los 18 de Andrew Wiggins, al equipo de Steve Kerr le faltó compañía en la zona ofensiva, que siempre es impulsada y apoyada por el sexto hombre, Jordan Poole, quien tuvo uno de sus peores partidos en esta postemporada.
Cabe destacar que desde 1980 se disputaron 42 finales y en 28 de ellas el ganador del tercer partido se quedó con el trofeo Larry O’Brien, además, por si fuera poco, los Celtics tienen marca de 10-0 cuando anotan más de 108 puntos en estos Playoffs.
Las Finales continuarán este viernes 10 de junio con el juego 4, partido que tendrá de nueva cuenta al TD Garden como sede, en donde Boston buscará tomar una considerable y peligrosa ventaja, mientas que el equipo de la Bahía tratará de emparejar está emocionante serie.
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