Fotografía: Zbynek Burival / Unsplash
El barril del petróleo Brent alcanzó un precio de 95 dólares por barril, algo que no ocurría desde 2014, provocado por la escalada en el conflicto que mantienen Ucrania y Rusia, y que provocó pánico en los mercados ante una posible escasez de suministros a nivel mundial, la cual se sumaría a los problemas que la cadena ha experimentado en los últimos meses debido a la pandemia de la COVID-19.
El incremento en el precio, de hasta 4.7%, y que también motivó un alza en los precios estadounidenses, se produce luego de que la administración del presidente Joe Biden advirtiera que Rusia podría montar un ataque sobre Ucrania en cualquier momento, toda vez que el ejército ruso se encuentra apostado en tres distintos lugares de las fronteras del país, con fuerzas dispuestas para atacar por tierra, mar y aire.
El ataque en sí mismo y el inicio de un conflicto bélico no son el único motivo de preocupación, sino también la posibilidad de que se interrumpa el suministro del crudo y las sanciones que Estados Unidos impondría a Rusia. Como en cualquier escenario de guerra, el temor de que la demanda supere a la oferta ha provocado el alza en los precios del crudo, en un momento en que la economía del mundo aún está recuperándose de los efectos de la pandemia.
En lo que va del año, el precio del petróleo Brent se ha incrementado ya 18%, y el umbral de los 100 dólares ya no luce para nada lejano, un escenario por el que han pugnado desde hace meses Goldman Sachs y JP Morgan, y que de ocurrir podría incidir de manera negativa en la recuperación económica de Europa, sin dejar de lado los efectos que podría producir la inflación.
Para crear la tormenta perfecta, en Estados Unidos el precio del petróleo West Texas Intermediate ha aumentado su valor desde hace siete semanas, y el hecho de que una inusual serie de tormentas invernales estén azotando al estado en los últimos días, ha acrecentado los rumores de una posible interrupción en la cadena de suministros.
En cualquier caso, parece que el precio del petróleo no irá pronto a la baja, con todas las consecuencias que eso puede acarrear para la economía mundial.
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