Wilson Ramos fue enterrado en su natal Guatemala, después de que el menor migrante de 13 años falleciera junto con otras 55 personas en la volcadura de un tráiler en Chiapas el pasado 9 de diciembre.
«Se fue porque quería estudiar y aprender muchos idiomas. Soñaba con hablar inglés», contó la hermana de Wilson, Karina Ramos.
El cuerpo de Ramos y de otros 19 guatemaltecos fueron repatriados el jueves 13 de enero procedentes de México, y este mismo viernes la familia sepultó sus restos en la aldea El Boquerón, del municipio de Joyabaj, en Quiché.
«No te vayas a ir, ¿para qué te vas a ir?», le insistieron sus familiares a Ramos antes de su partida en diciembre, según el relato de su hermana, de 20 años, sin que pudieran evitar el viaje.
La hermana del adolescente, que el 1 de enero habría cumplido 14 años, detalló que en Estados Unidos estaban esperando varios familiares a Wilson.
«Ya nos cansamos de la tristeza. Hasta queremos llorar pero ya no nos salen las lágrimas. Lo vamos a superar pero nos vamos a tardar», contó la familiar.
Además del adolescente, otros dos migrantes fallecidos en el accidente en el sureste de México fueron sepultados este viernes en la aldea El Boquerón de Quiché: Alicia Huarcas, de 16 años, y Pedro Ximún, de 33.
El accidente se produjo en una carretera del estado de Chiapas, en el sureste de México, cuando un tráiler que transportaba migrantes impactó contra el muro de un puente peatonal, debido presuntamente a que el conductor perdió el control por viajar con exceso de velocidad.
En total han sido repatriados desde México los cuerpos de 38 guatemaltecos fallecidos en el accidente, contando los de este jueves.
