55 8925 1325 [email protected]
El Capitalino
Sansui Goolge TV

Por usos y costumbres comunidades indígenas en México violan derechos de las niñas

por | Nov 15, 2021

En México la venta de niñas por usos y costumbres ha ido en aumento en la última década de acuerdo con la organización “Yo Quiero Yo Puedo, está practica persiste en 66 comunidades indígenas de Guerrero del municipio de Metlatónoc (uno de los lugares más pobres del país), además de otros municipios como Cochoapa el Grande, Malinaltepec, Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca y Ayutla. Cuatro de cada 10 niñas son vendidas para casarse con hombres que les duplican o triplican la edad y que las utilizan como esclavas para hacer trabajos domésticos o de campo. En los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz, entre otros, se continúa vendiendo a las hijas.


Guerrero es la entidad con más venta de niñas, señaló la Asociación Española de Mujeres Profesionales de los Medios de Comunicación, sus estadísticas, reportan que son más de 300 mil niñas que se han vendido en “La Montaña’’ de Guerrero, estas cifras pueden varias ya que no existen datos claros al respecto puesto que la mayoría de los matrimonios no se registran. Algunas niñas desde los 9 años de edad son vendidas por 40 mil y hasta 400 mil pesos según su edad, apariencia física y hasta virginidad, o se intercambian por ganado como parte de sus usos y costumbres violatorios de lo dispuesto por la Constitución.


«Las niñas quedan en absoluta vulnerabilidad. Su nueva familia las esclaviza con tareas de casa y agrícolas», a veces «los suegros abusan sexualmente de ellas», señaló Abel Barrera, antropólogo y dirigente de la ONG Tlachinollan, agregó que por la creciente precariedad de estos pueblos la ritualidad ancestral indígena de entrega de las doncellas por dote desde su primera menstruación se ha ido perdiendo y ahora se mercantiliza a las niñas.

«Te hacen sufrir por el simple hecho de haberte comprado», expresó en mixteco Maurilia Julio, una partera de 61 años, también vendida de niña y que rechazó hacerlo con sus hijas. Dijo, «muchas mujeres dicen ‘yo sí voy a vender a mi hija en 110, 120 mil pesos porque quiero dinero’, pero a mí me da mucha tristeza escuchar esas cosas porque son sus hijas».

La pobreza motivo para vender a sus hijas.

“En el estado de Guerrero una de cada cuatro personas indígenas se encuentra en situación de pobreza extrema, en contraste con la población no indígena, en la cual una de cada veinte personas se encuentra en esta situación”, informó el Consejo Nacional de Evaluación para la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). En el municipio de Metlatónoc, de 19 mil habitantes, 94.3% carece de servicios básicos en sus viviendas y 58.7% tiene dificultades para alimentarse, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Casi 20 mil niñas de entre 12 y 14 años de edad viven actualmente en matrimonio o unión libre, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI.

En este contexto, las niñas que son vendidas y obligadas por sus padres a casarse, se convierten en madres a temprana edad, 7,187 niñas han procreado más de 10 mil bebés. Algunas de ellas, a pesar de su corta edad tienen hasta cuatro hijos, de acuerdo con el mismo INEGI.

«El embarazo y el parto ponen su vida en riesgo y la de los bebés, pues sus cuerpos no se encuentran listos para procrear. Las adolescentes menores de 15 años tienen cinco veces más riesgo de morir durante el parto que una mujer adulta», indicó la UNAM.

Más de tres mil niñas y adolescentes guerrerenses de entre 9 y 17 años parieron el año pasado, algunas de ellas dentro de estos matrimonios arreglados, según cifras oficiales.

Al respecto, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la ONU emitieron una recomendación conjunta desde 2014, en donde identifican que bajo argumentos culturales se justifican las violaciones a los derechos de las niñas. Asimismo diversas organizaciones enviaron un comunicado junto con el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPPINA), considerando que “no es un tema de ‘usos y costumbres’ como se suele presentar, sino arreglos de violencia adulta tolerados y propiciados por la complicidad de autoridades comunitarias, municipales, estatales y federales”.

Por su parte, Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), expresó que la sociedad mexicana es profundamente machista, clasista, racista y adultocéntrica, esto lleva a que se normalicen prácticas tradicionales nocivas que van en contra del desarrollo de niñas y niños, principalmente de los segmentos de población más excluidos.

Derechos constitucionales

El Artículo 2º inciso A, Fracción I de la Constitución Política Federal, reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades a la libre determinación y en consecuencia, a la autonomía para decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.

Del mismo modo la fracción II del mismo numeral, dispone que se aplicarán sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos, sujetándose a los principios generales de la Constitución, respetando las garantías individuales, los derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad e integridad de las mujeres…este último aspecto es muy claro: se debe proteger por sobre los mismos usos y costumbres, la integridad y la dignidad de las mujeres indígenas, lo cual contrasta mucho con los hechos que viven muchas de ellas pues son vendidas por sus propios padres a temprana edad como si fueran algún tipo de ganado o alguna cosa.

Adicionalmente el Artículo 4º constitucional, marca que el Estado proveerá lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de sus derechos.

Sansui Goolge TV