55 8925 1325 [email protected]
El Capitalino
Sansui Goolge TV

El “no lo sé” de Gerardo Kleinburg

por | Nov 9, 2021

Su pasión y amor por la ópera han quedado plasmados en «Hablemos de ópera».

Son pocos, por no decir casi inexistentes, los divulgadores operísticos mexicanos que logran consagrarse al compás del maestro Gerardo en un campo que carga con tanto estigma como lo es la “música de nicho”.

Gerardo Kleinburg (1964) no sólo es narrador, crítico y promotor musical. Su currículum no sólo es conocido por las grandes casas de cultura y la maravillosa UNAM, a lo largo de su carrera ha sido director de la Compañía Nacional de Ópera de México, de Casa del Lago Juan José Arreola, de Literatura UNAM y del Festival Internacional Cervantino sólo por decir un par de datos de su amplia carrera.

Hoy, regresa a tierras mexicanas, después de haber presentado su libro en España. “Hablemos de ópera”, es un proyecto que vio la luz después de cinco años de cocción en el horno, tras esfuerzos sumados, corazón y fe, el escrito fue expuesto el pasado 2 de noviembre en el Teatro de Madrid.

En entrevista con El Capitalino, Gerardo contó que la presentación se dio como una conversación entre Joan Matabosch Grifoll, director artístico del teatro, y él, en donde tocaron temas como el contenido del libro, lo que es escuchar a los cantantes del quehacer operístico… de expresarse.

“El libro es también una suerte de recopilación de una experiencia de pandemia, porque las conversaciones se dieron durante la pandemia, donde estábamos todos encerrados, fueron a través de zoom, y más allá de una conversación luminaria, fue una conversación entre dos personas que estaban encerradas en sus casas en distintos lugares del mundo”

Un acto humano

El libro es una pieza única dentro del mundo de las letras ya que no hay antecedentes de la existencia de una narración hecha a través de una conversación entre dos personas muy prominentes dentro del mundo de la música que platiquen acerca de sus experiencias y trayectoria de manera relajada es por ello que el libro funge como acto humano y no como un acto que busque ser vanidoso o petulante.

Además del dialogo que tuvieron los musicólogos durante la presentación del libro, se proyectaron una serie de videos de grandes personalidades del mundo de la ópera hablando del texto, como: Plácido Domingo, Rolando Villazón y Javier Camarena, entre otros.

El libro que fue publicado por la editorial Turner, sí llegará a México “en las navidades”, mencionó el maestro, aunque él prefiere decir que será “antes de navidad”, contó que, además de la distribución que se realizó en España, se hará un tiraje para Latinoamérica, impreso en México.

Una idea de pandemia

Todo inició cuando Kleinburg hizo en Facebook la página “Hablemos de ópera” durante la pandemia y empezó a dar pequeñas charlas y conferencias a través «lives». Hoy por hoy la idea se consagra en un libro que abarca aspectos relacionados con la ópera porque: “hacer un libro es lo mejor que te puede pasar”.

“Hablemos de Opera”, además de ahora ser un libro y haber iniciado como un proyecto de divulgación operística, es una ventana preciosa que abre Kleinburg para conocer la historia de la ópera, la producción operística, análisis operístico y los compositores que conformaron y conforman este género musical «que es tan poco conocido por las personas ya que son muchos los pensamientos acerca de que la música de ópera remite a un tema que requiere conocimiento, intelectualidad, y demás elementos reflexivos»; es por ello que esta labor que realiza Gerardo es parteaguas en la forma de entender la ópera y abre espacios para su divulgación demostrando que hablar de ópera es “tan difícil como tan poco imaginativo sea uno”.

Gerardo contó que cuando habla de ópera se vuelve el narrador que quiere ser: “en vez de sentarme como un académico de la música a hablar de manera prominente, uno los puntos y articulo la información y cuento una historia, eso gusta, atrapa”

“Siempre cuento un cuento y en el cuento va la información necesaria”

“La música clásica y la ópera ya tienen suficientes enemigos como para que los propios divulgadores sean los propios enemigos”

Sin dejar atrás lo evidente, acerca de lo mal que le fue a la música económicamente, la pandemia irónicamente fue un buen momento para la música clásica porque: “Este arte que esta gente muchas veces dice que no es esencial, fue una de las actividades que salvo a más gente”. Fue un momento en que las artes, sean literatura, música, danza, mostraron que tan indispensables son.

El maestro aludió a toda la gente que sobrevivió gracias a cualquier forma de arte, mayores o menores, porque, aunque el caos más grande de la pandemia fue el contagio por el virus del SARS-CoV-2, «no debemos olvidar la depresión en la que muchas personas estuvieron inmersas».

El también Premio de Crítica dentro del Festival Internacional de Música de Salzburgo (1991), reafirma su idea propia y abstracta del amor a la música cuando confirma su “no lo sé” a la elección de la música de ópera y menciona: “Yo tengo una muy buena respuesta del porqué de la música clásica y es que no tengo la menor idea”.

“Ese es el encanto y la magia, si uno supiera porqué, perdería todo el encanto, la música clásica y la ópera me ayudan a ponerme en contacto con mis emociones, y eso me gusta, esas dos ramas de la música potencian como ninguna otra esa conexión en mí”.

Sansui Goolge TV